Un día, sentado con un cliente en su oficina, le pregunté que por qué tenía tres agendas de 2015 intactas, faltando 35 días para la llegada de 2016. Su respuesta sincera: «Maeno, estos son regalos del año pasado… y tengo una gaveta llena de calendarios, libretas, agendas y lapiceros, cosas que realmente no uso. Los días no me dan para escribir tanto».
Inmediatamente lo ojos se me pusieron como dos bellugas, y me acordé de aquel episodio famoso de Sex and the City en el que Miranda, triste porque no la habían vuelto a llamar después de la primera cita, no entendía qué había hecho mal y seguía inventando excusas, afirmando que sí la iban a llamar. Al momento de preguntarle a un hombre su opinión de la situación, él respondió con honestidad: “A ti no te van a llamar más; entiende que he’s just not that into you”. Así entendí que por más que quisiéramos, dentro de Maeno&Co no había forma de poder personalizar agendas y libretas para todos nuestros clientes y aliados de la prensa, con la esperanza de que sean útiles y que no los engaveten, como hace mi cliente.
Luego de una noche sin poder dormir, me levanté y grité “¡Eureka!”: ya tenía la respuesta al regalo para todas esas personas que significan tanto para nosotros, y que son responsables de que sigamos creciendo y tratando de dar el mejor de los servicios.
Inmediatamente me reuní con el equipo y les di la idea: todo el presupuesto que teníamos estipulado para los regalos navideños lo usaríamos para comprar juguetes para los niños de las fundaciones con las que hemos estado trabajando en los seis años de la empresa. De ahí nació La Chimenea Maeno&Co; cada cliente o allegado recibirá una tarjeta que explica que hemos hecho en su nombre un regalo para un niño St. Jude, el Voluntariado de la Plaza de la Salud o la Asociación Dominicana de Rehabilitación.
Entendía que solo enviarle los regalos a los niños era muy frío, y no se identificaba con el ADN de todo el equipo Maeno&Co. Por esto decidimos agregarle corazón a la cosa: llamamos a nuestros amigos de CCN, quienes a través de Juguetón nos permitieron ir una mañana con todos los niños para que cada uno pudiera escoger su juguete, compartir con Santa y compartir su historia. Nuestra misión era buscar que olvidaran sus problemas durante al menos un minuto, hacerles sonreír y brindarles juguetes y una experiencia divertida que les permitieran seguir teniendo la ilusión que todo niño se merece.
Así transcurrió nuestra Chimenea, cargada de emociones y de todo el amor que cada uno de nosotros pudimos dar. Nos unimos para hacer felices a personas que nos demuestran cada día que muchas de las situaciones que vemos como catastróficas no tienen comparación al lado de las esperanzas de un niño con cáncer que no ha terminado su tratamiento de radiación, la fortaleza de un pequeño que no puede sonreír por causa de una condición maxilofacial, o la fuerza de aquella niña que no puede caminar, pero su sonrisa y energía se mueven por ella. Fue un encuentro verdaderamente memorable, y que marcará la vida de muchos de nosotros.
Estas navidades, quienes reciban una tarjeta de parte de Maeno&Co no se verán en la necesidad de engavetar una libreta, sino que sabrán que su regalo llenará de momentos felices las 365 hojas de la agenda de un niño.
Fotos: Alejandro Núñez Frómeta | Vídeo: FotoRuido