MAENO, PERO SIN EL CO
Tratemos de imaginarnos el siguiente panorama: un niño de seis años entra por primera vez al colegio, lentes grandes recetados acompañados de marcadores y libros de colorear. Cuando llega la ronda de decir los nombres, él dice: “Maeno”. Todos con caras de que mencioné un dialecto de Tasmania me preguntan: “¿Maelo?”, “¿Maeño?”, “¿Manelo?”. Ahí empezó mi tarea de dar a conocer que mi nombre era raro, pero chulo.
Mientras fui creciendo ya la gente se estaba haciendo la idea de que tenían que vivir con el nombre, y cuando decidí abrir la agencia, muchos me dijeron que tenía que ponerle tu nombre, porque según ellos las personas solo entienden que hiciste algo cuando dicen: “¿Quien te montó el evento?” “Maeno”. Así nació Maeno & Co, donde en siete años he perdido mi nombre y lo he compartido con equipazo de trabajo.
Sin embargo, no puedo negar que a veces me da pique que ya Maeno no es solo los lentes y los marcadores, y es por esto que tenemos este espacio: Maeno… pero sin el “Co”.
En este blog podrán ver todo lo que hago fuera de montar eventos, de dónde saco mi inspiración –ojo: soy de los que creen que casi todo está hecho en la vida, y solo me encargo de darle el «toque Maeno»–. Dicho esto, los haters no pueden decir que no es original, otro blog más, la foto mirando para abajo, mirando para arriba, retocada. Bueno… verán todo eso y las cosas medio nerdosas que me gustan, incluyendo mi amor por la moda, pero una moda sin mucho esfuerzo, pero con mucha producción –me contradigo, lo sé… eso también lo verán–.
En otras palabras, Sin el Co es una forma de gritarle al mundo, sean dos lectores o un billón, las cosas que me gustan, y cómo pueden tal vez aprender, ver, criticar o amar las cosas que hago… porque lo mejor del caso es que todo lo que pasa por mi cabeza y todo lo que hago, me gusta hacerlo con pasión y mucho acelere.
Enjoy!
Maeno Gómez Casanova