Yo lo describo fácil: es la belleza de un pueblo europeo con la comodidad americana. Es disfrutar un vaso lleno de hielo en un bistró de París. Hace un mes, Maribel Armenteros, de Viajarte, nos contactó para que podamos vivir esta experiencia junto a un grupo donde me sentí tan cómodo y en confianza, que ni mal humor me dio cuándo perdimos la conexión para llegar a SDQ, y eso es mucho decir. Si te interesa en algún momento esquiar, aquí te dejo lo que más me gustó y las respuestas a las preguntas que podrías tener sobre Aspen-Snowmass.
¿Por qué Aspen Snowmass? ¿No es solo Aspen?
En Aspen hay cuatro montañas y, entre ellas, hay dos pueblos: Aspen y Snowmass. Están la montaña de Aspen, Highlands, Buttermilk y Snowmass. Yo esquié en Snowmass porque es la más grande (mayor que las otras tres juntas) y tiene todo tipo de pistas, desde una negra que nunca me verá ni la sombra, hasta una verde que son las que decían mi nombre. Aunque para las personas que de verdad quieren aprender, Buttermilk esta categorizada como “The begginer’s mountain”.
¿Dónde me quedo?
Como hay dos pueblos, puedes elegir donde quedarte. Snowmass es mucho más tranquilo. Por eso es recomendable para familias que van con niños, ya que las escuelas de esquí están ahí y es mucho más fácil para la logística de los pequeños. Aspen es el caramelo, ahí está todo y el hotel donde nos quedamos: Little Nell es ski in and ski out. ¿Qué quiere decir? Que desde el hotel te pones tus esquís y bajas la montaña de Aspen. En mi caso, eso no pasó ni pasará por ahora porque tengo que estar más en mi elemento.
Entonces, ¿por qué quedarte en Aspen?
Porque el pueblo es mucho más movido; tiene tiendas, restaurantes, bares, speakeasy, negronis, antigüedades y gente linda. Ellos ofrecen transporte entre todas las montañas y estamos hablando de diez a quince minutos de camino. O sea que te quedas ahí y conoces las otras tres montañas sin problema.
«Es la belleza de un pueblo europeo con la comodidad americana. Es disfrutar un vaso lleno de hielo en un bistró de París.»
Mis hoteles favoritos:
The Little Nell
Aquí se queda el que sabe; es una marca consolidada en el área. Es lujo, comodidad y sus cinco estrellas te las demuestran con calefacción en el piso del baño (todavía no lo supero); sales con tus esquís por la puerta como si fueran unos Adidas y ahí mismo coges tu montaña; tienen una colección de más de 27 mil vinos en su cava; unos pancakes de limón con un toping de 50 piñones y doble syrup: tradicional y de fresa, y el arreglo del lobby es una cosa impresionante. Kaia me dijo que era de pussy willow.
The Jerome
Esta es mi casa. Aquí yo me enamoré desde que empecé a ver flecos en las cortinas, manteles enmarcados y piel marrón mezclada con tela de cuadros. A eso súmale que dejaron sus pisos originales… entonces es lo viejo con lo nuevo, como mi alma. Es el hotel más antiguo de Aspen, desde antes que en las montañas se esquiara. Sobrevivió la depresión de los 20 y mis gritos internos cuando lo conocí. Es que tiene todo lo que me gusta, hasta un speakeasy.
St. Regis
“Me encantaría saber qué es ese aroma que ponen en cada uno de sus salones”, preguntó alguien del grupo a nuestra guía mientras caminábamos los pasillos. “Dinero”, respondió Ramón Emilio. Para que vean que el arquitecto puede tener su propio segmento en SNL. Este hotel es belleza en cada rincón, no hay otra palabra para definirlo. La mayoría de su mobiliario fue diseñado por Ralph Lauren y su comida es un menú muy americano, pero bien hecho. La mejor hamburguesa de todo el viaje me lo sirvieron allá. ¿Sabías que ellos se inventaron el Bloody Mary? No es Solo Harrys Bar el innovador.
Limelight Aspen
El que le gusta lo cómodo y sencillo. Cuando digo sencillo, en idioma Aspen es como decir Reserva y Gran Reserva en el mundo de los vinos. Ellos le llaman “Laid back comfort” y eso mismo es.: vamos a lo que vinimos.
¿Por qué una agencia y no yo solito?
Miren, yo soy partidario de la tecnología y cuando voy a lugares donde no requiere mucha logística (o sea hotel y ticket); yo lo hago solo. En este caso no es lo mismo tú coordinar hotel, ticket de montañas, alquiler de esquís, cascos y botas; instructor más el ticket aéreo. Para eso hay que buscarse una gente que sepa y a quien tú puedas llamar si alguna de estas cosas no funcionan. Además, todo contratado como un paquete sale más barato que comprado uno a uno por internet; me lo confirmó Maribel y Jenny te lo puede demostrar.
¿Es caro?
Es importante saber que esquiar es un deporte que requiere inversión (por eso les he hablado tanto de poner sus ahorros en Alpha), pero te puedo decir que es como un Disney: aparece de todo y en este caso, la comida no es mala, no pasas calor ni hay que hacer filas kilométricas.
¿Cómo llego?
El camino es tedioso, pero vale la pena. Lo más recomendable son tres aviones y prenderle una luz a la Virgen que todos salgan a tiempo para no perder ninguna conexión. Nosotros perdimos una y aquí pueden ver nuestra habitación de hotel la noche de sábado para domingo. La ruta más conveniente es Santo Domingo – Miami – Dallas – Aspen. Vale la pena el camino, créeme.
¿Es mejor que Vail?
Yo nunca he ido a Vail. Sí me di cuenta que Vail es la Pepsi de su Coca-Cola, aunque me dijeron algo que tiene mucha lógica y yo lo pude vivir en primera persona: en Aspen nunca se hace fila en Góndolas, ni esquías entre mucha gente aunque el resort esté a toda capacidad. Esto pasa porque el que va a Aspen va a vacacionar por varios días. En el caso de Vail, muchos de los que viven en Denver (una ciudad que tiene 700,000 habitantes) van los fines de semana, cogen su carro y se tiran. Es el Boca Chica de los capitaleños.
¿Lo que más me gustó?
[1] Tienen el programa “Art in unexpected places”, donde cada año contratan un artista para que haga diferentes instalaciones en lugares inesperados; ya sea en la cima de la montaña, frente a la góndola o en alguno de los hoteles. Este año escogieron a Paola Pivi, que creó ocho esculturas de osos cubiertos en plumas de diferentes colores. PSI: ningún oso fue sacrificado por el arte.
[2] Apoyan la comunidad. Cada enero tienen su famoso “Gay Week” lleno de fiestas y Aspen se viste de colores para celebrar la diversidad.
[3] Es un pueblo con vida. Puedes ver sus residentes llevando los niños al colegio y viviendo una vida. No te sientes que estás en un pueblo hecho, sino con personalidad.
[4] Es la única compañía que tiene su propia marca de ropa: Aspen X. Colaboraron con Prada para hacer una línea exclusiva de esquiar. Miren que modelo.
[5] Todos los veranos hacen el Food and Wine Festival, uno de los eventos más esperados de Aspen. Los amantes del vino pueden probar y maridar junto a las exhibiciones de los mejores chefs de todo el mundo. Asisten más de 4,000 personas y ¿adivinen quién es su patrocinador oficial? American Express.
Fotografías: Michele Maunier