Voy a ser muy sincero: como una gran parte de los servicios de Maeno&Co está relacionada al acto de reunir gente en eventos, el coronavirus se ha comido una gran parte de nuestra actividad. Pero yo sé que estoy en la profesión que tengo que estar, porque aun en situaciones negativas como esta mi cerebro solito salta con soluciones inesperadas.

¿Cómo así? Miren el caso de nuestros clientes de La Bodega de Manuel González Cuesta. Ellos habían contratado un grupo de influenciadores para promover sus vinos y destilados, y nuestra idea inicial había sido realizar un gran evento de bienvenida para ellos en las nuevas instalaciones —sí, esa construcción interesante que está en la Gustavo Mejía Ricart a mano derecha, poco antes de llegar a la Lope de Vega—. Pero por ahí vino Miss Rona y, obviamente, tuvimos que cancelar esos planes.

¿Significa eso que nos íbamos a quedar sin evento? No, porque el martes 7 de abril no podía dormir, y en medio de mis alucinaciones a las dos de la mañana me llegó a la cabeza la solución. Ahí mismo solté un bombazo de e-mail explicándole la idea al equipo de La Bodega. Les sugerí que ese evento de bienvenida había que hacerlo virtual, a través de Zoom, con todos los componentes de un evento normal: buena comida, buena bebida, una lista selecta de invitados, información exclusiva, toques de belleza y un ambiente ameno para conocer nuevas personas, divertirse y hasta crear conexiones. No sabía si iba a funcionar, pero mi intuición me decía que había que intentarlo.

Este viernes 24 de abril, gracias a la confianza de José Manuel, Michelle, Camila, Mimi, Aneley, Daniela y su equipo, pudimos ver el increíble resultado: el evento de bienvenida, llamado A casa llena, fue un exitazo. Pero, ¿cómo fue que logramos hacer un evento con toda la esencia de Maeno&Co en medio del confinamiento por coronavirus? Aquí les comparto mis aprendizajes.

Buena comida

Nos encanta ir a eventos a probar platos nuevos o a degustar la propuesta de un buen chef, ¿verdad? Pues aquí no iba a ser diferente: buscamos que un chef desarrollara una receta fácil de hacer, pero que sorprendiera en la boca y que llevara el ADN español de La Bodega. ¿Por qué fácil de hacer? Porque cada participante iba a hacerla en su casa, gracias a un kit que les enviamos con las instrucciones y todos los ingredientes. La idea era evitar que salieran de sus hogares para comprar la comida, pero que todos tuvieran la misma experiencia al comer.

Por eso funcionó tan bien la pasta ibérica del chef Carlos Romero, que aparte de tomates, pimentón y albahaca llevaba jamón ibérico Cinco Jotas y aceite de oliva Aubocassa —ambos productos de altísima calidad exclusivos de La Bodega—.

Buena bebida

Ya con la receta seleccionada, la sommelier senior de La Bodega nos recomendó un tinto adecuado para maridar: el Sela, de Bodegas Roda, una casa ubicada en La Rioja. Esta botella combina tempranillo y graciano, y tiene una crianza de 12 meses en barricas de roble francés. ¿Por qué esta selección? Porque va excelente con la grasa del jamón ibérico —de hecho, conversando con ella nos enteramos de que es de los pocos tintos que van bien con sushi, pues sus taninos finos armonizan con la grasa del pescado de piel plateada, como el atún—.

Cada invitado entonces recibió sus botellas de Sela en el kit, junto con dos botellas de agua San Benedetto sin gas y con gas, para limpiar el paladar.

Una lista selecta de invitados

Los influenciadores de La Bodega forman una cuadra muy variada: tenemos desde macrofiguras como Luz García y Carlos Durán hasta microinfuenciadores de apenas 20 años. Fue una selección muy estudiada y consciente de parte del equipo de La Bodega, y por eso todos tienen un denominador común: son personas interesantes que están interesadas en llenar su vida de buenos momentos con buen vino. En total, entre influenciadores y miembros de los equipos de La Bodega y Maeno&Co, éramos 36 asistentes.

Ahora, lo que no sabía es: por temas de intereses y edad, ¿iba a funcionar una reunión de personas dispares, que muchos no se conocían entre sí? Sigan leyendo para que se enteren.

Información exclusiva

Muchas veces vamos a eventos para enterarnos en primicia de una exclusiva, o para obtener información de primera mano. ¿Cómo íbamos a replicar eso aquí? Bueno, logramos un presente fantástico de parte del director general de Bodegas Roda, Agustín Santolaya, quien nos envió un vídeo hermosísimo para el evento. De hecho, su vídeo fue el inicio oficial del evento: con un carisma que nos dejó a todos una sonrisa en la cara, grabado con un paisaje rural de fondo, nos contó sobre sus viajes a República Dominicana, sobre cómo el nombre de Sela vino de una interesante decisión de mercadeo pero también de una pasión por la pesca en un río islandés, y sobre la arquitectura ancestral que rodea el campo de olivos mallorquín de donde sale el aceite Aubocassa. Se sintió como tener un invitado especial exclusivamente para nosotros —y de hecho, así mismo fue—.

Ahí entonces comenzamos a comer, para luego disfrutar de las palabras de bienvenida del equipo de La Bodega.

Los toques de belleza

Señores, esa noche salieron las vajillas y las servilletas monogramadas a bailar. Qué lindo fue ver las mesas de todos vestidas con elegancia, igual que las vemos cuando vamos a eventos. Aparte, varias de las participantes se dieron sus tires para la ocasión. De hecho, a varias les pidieron modelar la pinta una y otra vez, porque estaban preciosas. Muchas hasta se pusieron un maquillaje especial, y otras —no voy a mencionar nombres, pero rima con Nonena Tierrrr— hasta tenían su iluminación a la medida para lucir impecables en cámara.

Ahí fue que me di cuenta de qué tanto nos hacía falta a todos poder disfrutar de la belleza en la decoración, de poder vestirnos bonito, de ver y ser vistos. Jamás voy a volver a tomar eso por sentado. Ahora entiendo que eso es parte de la importancia de interactuar, de inspirarnos y de simplemente subirnos el ánimo.

Un ambiente ameno

Entre tanta gente feliz por poder compartir con un grupo grande, lo buena que estaba esa pasta, el lubricante social que es un buen vino y el deseo acumulado de cherchar, terminamos el evento casi a la medianoche. Yo no les puedo decir con palabras lo increíble que fue ese junte, aun a distancia. Ahí había gente haciendo chistes, enseñando a los perros, dando consejos de supermercados y hasta fregando en cámara —no voy a mencionar nombres, pero rima con Nonena Tierrrr—. Qué recuerdo tan bonito.

¿Por qué funcionó tan bien?

[+] Porque consultamos con nuestros productores de vídeo para realizar un tutorial para aumentar la calidad de grabación de las cámaras, y lo compartimos con los asistentes
[+] Porque enviamos un instructivo detallado sobre cómo usar Zoom correctamente con 36 personas, para que no nos habláramos encima de los demás
[+] Porque incluimos un elemento participativo y didáctico en el proceso, y está demostrado que esos componentes hacen que la gente se involucre y aprecie más lo que está haciendo
[+] Porque pusimos las cosas fáciles para poder cocinar de forma estandarizada y que todos tuviéramos la experiencia de “compartir” la misma comida
[+] Porque pusimos la protección sanitaria de nuestros invitados por encima de todo
[+] Porque tuvimos un cliente excelente que confió en hacer esta prueba primero que todo el mundo en República Dominicana, sin esperar a que otros confirmaran si se podía hacer
[+] Porque somos dominicanos y la chercha está en nuestro ADN, ya sea en persona, por Zoom, por Facetime, por señales de humo o por donde sea que volvamos a hacer (muy próximamente) eventos como este

Cómo logramos tener un evento a casa llena (pero virtual)

Categoría: Maenadas
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